El proyecto ubicado en una parcela de gran valor ambiental, con vistas a la bahía de Castropol, trata de recuperar, consolidar y restaurar las huertas que han quedado contenidas entre unos potentes muros de piedra. La idea de poder habitar estos muros, sirve de base para la reforma y ampliación de una pequeña edificación tradicional existente, tomando como referencia tipológica la “Casa Mariñana”, y su portal de entrada, modelo de extensión natural de la casa terrena asturiana.
Se accede a las huertas desde la parte alta de la parcela, ya que el terreno presenta un gran desnivel topográfico. Mediante una rampa de ingreso, se suceden los usos asociados al disfrute de este espacio natural: pérgola, terraza, solárium y edificación. Y desde este muro habitado, los caminos interiores conducirán hasta cada una de las huertas, convertidas ahora en jardines naturales con carácter propio.
Maqueta Brage Tuñón